jueves, 23 de julio de 2015

Sólo veo carne.

Sólo veo carne,
contoneándose en el vacío,
supurando atención,
esperando lo vulgar.

Sólo veo carne,
ansiosa por el halago,
regalándose, aquí y allí,
por malos pretéritos.

Sólo veo carne,
orbitándome.

Sólo veo carne,
segundos platos
maquillados de oportunidades.



viernes, 26 de junio de 2015

El bostezo de los frágiles.

Enquistados en el hábito,
satisfechos en la costumbre,
plagados de rutina, y de rutina, y de rutina,
y trivialidades de ascensor.

En el ojo del huracán
con la mirada perdida,
supe quien tatúa las ojeras
con los párpados cansados.

Alquimia en la monogamia
de los lunes a las lunas.
Infectados por lo frívolo y la calma,
del vacío que olvida supurar.

Espero al somnoliento en la vigilia,
próximo al purgatorio que aventaja su morgue.
Cercano al gris sin matiz de la espiral,
allí donde el hábito es mortaja




sábado, 13 de junio de 2015

Nos padecíamos tanto

Estoy haciendo pie en el desastre,
moldeando el barro del diálogo.
Yo, que me pregunto a mí
y la respuesta puede que siempre fueras tú.

Arrastro la cruz, la cara, los pies,
pero hay brotes de esperanza en las entrañas.
Arranca un bostezo a la realidad
cuando nos desperece la evidencia.

Peleando a la contra.
Nos guardamos rencor y luto.
ahora que ya me asumo y,
la semana desempolva su mortaja.



domingo, 24 de mayo de 2015

Cicatriz en la memoria



Aún no acepto el olor de la derrota.
El almizcle amargo del pretérito.
El aroma perturbado de tu silencio.
El hedor enquistado de las horas muertas.

Santuario de instantáneas entre las costillas
Y aquí tu sombra, y aquí, y también aquí.
Ya no me arrastra el calor enfermo, ansioso,
evidencia de este nutrido y perpetuo purgatorio.

Hay resquicios de esperanza refugiados en la calma.
El regreso torpe y angustiado de aquel fuimos.
Puedo advertir la luz al final del trauma,
quizá,ya, sólo seamos cicatriz en la memoria.




martes, 12 de mayo de 2015

Un amago de corto invierno.



La carne trémula, triste, desapegada.
Meciéndose en lo ridículo,
en el vacuo instinto
de un nosotros esperando consumarse.


La compasión de tu cuerpo sobre el mio
abrazando el desapego.
Otra caricia a la indiferencia,
amago de luz en la agonía.


Se erigía mi ruina en tus adentros.
El origen del martirio empapado,
la redención entre tus piernas.
El rocío de la dicha alumbrando el desenlace .


Última noche de luna empañada
e invierno holgado.
Y en tu última sacudida, vacía,
el nacimiento del recuerdo mutuo.