miércoles, 21 de noviembre de 2012

Rogar, dulce rogar.

Te metiste hasta la cocina, lavaste mis trapos sucios, tiraste los platos rotos y cogiste la sartén por el mango, poco antes de que se me fuera la olla.

Puse el pasado a remojo, mandé todo a freír espárragos, porque viste el vaso medio lleno y la cama vacía, soplaste las cenizas, sacaste la basura fuera aunque a veces te guste barrer para casa.

Y desde entonces, sin medias tintas, exprimo el tiempo y no medias naranjas, de algodón o lycra, pudriéndose en cualquier frutero.

Y por eso, con el verano ya caducado, el otoño a medio cocer, te dejo un trozo de mi invierno en la nevera.



sábado, 20 de octubre de 2012

Que Dios te mendiga

El teléfono está sonando...a súplica. Remuevo el café, sólo, cargo el móvil y la cruz.
Las coronas siguen siendo de espinas y la última cena siempre deja resaca, ardores y un sabor amargo.

Hoy le rezo a tus piernas que me aprietan pero no me ahogan. Hoy le rezo a la de siempre, que me dio pan cuando me partieron los dientes.

Domingos de sermones, en comunión conmigo mismo, tú bebe agua bendita y mea culpa.

Y es que la Virgen quizá dejó de serlo, y ahora se limpia los labios en los asientos traseros de un 206. Tintando las lunas menguantes con el vaho que deja la soledad.

Así que: "Dios ha muerto",eh, Friedrich. O quizá esté tirado en un cajero, o rebuscando fe en los contenedores de tu bloque. Bailándonos el agua, mientras la ciudad llora y yo sigo calado hasta los huesos.

sábado, 23 de junio de 2012

Puedes ver

Puedes ver desafío en mis ojeras
Dolor encarnado entre mis uñas
El gemido del insomnio entre mis sábanas
La suerte escapando a cualquier parte.

Puedes ver lluvia en mis mejillas
Lapidaciones más allá de mis costillas
Gusanos coqueteando entre mis vísceras
Cuervos moribundos en mis ojos,

y es entonces cuando vuelvo,
revuelvo en este vertedero de recuerdos mustios y secos,
y no encuentro nada que merezca la pena...

perdón,

no encuentro nada que merezca más la pena,
que vaciar el cenicero y empezar de cero.

jueves, 19 de abril de 2012

Esta vez será la última

Todo está demasiado lejos, lo que está en tu mano es secundario, siempre lo fue. Y vuelvo a rallar en el cristal "No pain, no glory" con sangre en las encias, y el sabor a tabaco que me deja un Sábado.

Estás más guapo callado, y vuelvo a confundirme, tu siempre estás más guapa.

Y me vuelvo a enganchar, dolor y nicotina, estoy pensando en hacer parches de 8 miligramos, o quizás unos chicles, aunque daría un aspecto más serío una caja de pastillas, siempre se podrían mezclar unas cuantas con unos Jack Daniels...sería perfecto para vosotros, pero yo estoy enganchao, quien iba a cuidar de mis ojeras,¿eh? ¿quién? maldito caballo que es sentirse mal, no lo dejaría por nada de tu mundo.

Y me sepulto, me lapido, pero me levanto, me limpio el polvo de mi sonrisa, a mamá le encanta mi sonrisa, como envidio a Edipo.

Y crecí. Por cierto hace mucho que no veo a Esperanza, quizá la llame cuando me sienta con fuerzas, seguramente para alguno sea una puta, como todas, como todos.

A veces creo que sería mejor así, quedarme en los huesos, que se vieran los picotazos en la vena, los dientes negros,quemar en la cuchara, atarme una goma en el brazo, concentrar la sangre, calcular los miligramos, y meterme, meterme dolor, rozando la sobredosis, quedarme tirado como un trozo de nostalgía, inhundado de remordimientos, y ver a conciencia negra sin nada que pueda limpiarla.

Jugar entre mis ruinas, manchar todas mis órganos de fracaso , que el corazón bombee dolor y más dolor, que recorra mis venas hasta agonizar .