La ciudad está rompiendo aguas, ensordeciendo preguntas embarazosas, dando a luz a la verdad por cesárea.
Oigo el crepitar de restos de placenta y sangre en los tejados.El amor fue presagio del llanto, del dolor sin tragedia, de la alegría gestada emanando de cañerías, canalones y alcantarillas.
Enseño los dientes al cordón umbilical que nos une, que me alimenta, que me vio crecer, con ojos artificiales de vidrio y aluminio.
Dilatándome en la espera, asomo la cabeza en este rosario de farolas, alivio su dolor entre bloques machacando mi cabeza como un forceps.
Y a la espera mi virgen aliento, ya desprendido de la matriz, golpeándome con la sonrisa de su primera vez.
sábado, 27 de abril de 2013
sábado, 20 de abril de 2013
Nos pensaron eternos
Se lo escupí a la guadaña
Se lo vendí al peor postor
Lo clavé en sus agujas
Lo sepulte en su propia arena
Nunca fue oro,
fue vértigo
rencoroso y vengativo,
egoísta, perezoso y sucio
Y yo he terminado de comer,
de soñar, de morir
Y limpio los berretes
a estas, mis ojeras,
mientras ÉL arruga nuestras caras
Te lo regalo a ti,
aciago y amputado,
A ti, desacostumbrada y triste,
te lo regalo
Agonizando hasta la vida
Tiempo
Se lo vendí al peor postor
Lo clavé en sus agujas
Lo sepulte en su propia arena
Nunca fue oro,
fue vértigo
rencoroso y vengativo,
egoísta, perezoso y sucio
Y yo he terminado de comer,
de soñar, de morir
Y limpio los berretes
a estas, mis ojeras,
mientras ÉL arruga nuestras caras
Te lo regalo a ti,
aciago y amputado,
A ti, desacostumbrada y triste,
te lo regalo
Agonizando hasta la vida
Tiempo
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