Empapados de rutina,
vacíos, casi huecos,
hospedados en esta renuncia
que es la morgue de los días.
Mortaja de temporada en el escaparate,
colas de autómatas en el probador
escupiendo nada.
Celebrando el luto perpetuo
Falsos Dioses de papel,
fieles arrastrando esta cruz
peregrinaciones a la máquina del café
y el teléfono sonando a súplica.
Domingo de resurreción entre tus dos.
Abrazados en la rueda, sólos,
sofocados por la inercia de los cuerpos,
llenos de malos hábitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario